Los patios de las escuelas son un reflejo de la sociedad, de eso no hay duda. Ahí, los niños y las niñas sufren procesos de discriminación y segregación como una especie de ensayo para el mundo adulto: los terrores de lxs mayores se proyectan en lxs niñxs, y estxs los replican en los escasos lugares donde pueden existir en paz.