Desde que la humanidad desarrolló la comunicación (de todo tipo), se comenzó la formación de
vínculos, a esto se le sumó el entendimiento de algo que sucedía a nivel cerebral, sensorial y
cognitivo, que llamaremos emociones. El sentir algo, ese algo hacia otro algo, alguien, algunes a
través de la formación de un vínculo, conexión, etcétera.
Es necesario decir que también se ha propuesto que existen diferentes tipos de amor, y distintas
formas de demostrarlo y algunas otras de percibirlo. Este escrito es una invitación a la lectura y
a la reflexión sobre los conceptos de amor y de amistad, que de generación en generación hemos
construido y replicado a través de lo que se consume a través de la lectura y lo multimedia.
Aquí cuestionaremos un tipo de amor en específico: el amor romántico. Esta categoría ha sido
un modelo que ha sido normativizado e institucionalizado que exige el mandato de tener una
pareja (una sola persona y en relación heterosexual), que da la creencia de que en la relación se
te complementa, se te sana, que todo es perfecto, que se puede perdonar toda acción en el
nombre del amor. Este modelo también ha reproducido la desigualdad entre los géneros,
poniendo a los hombres endocisheterosexuales al centro.
Socialmente se escuchan frases como “el amor todo lo puede, eres mi media naranja, el amor
todo lo perdona, tu y yo somos uno mismo, me cela porque me quiere, debes casarte”
Estás realidades han lastimado la manera en que nos vinculamos, deberemos liberarnos de ellas
y eliminar todo mandato, imperativo, considerando que ninguna persona le pertenece a otra, no
estamos incompletes, no debemos de tener vínculos si no queremos, podemos vincularnos con
cualquier género, podemos vincularnos con una o más personas al mismo tiempo, la libertad, la
comunicación y los acuerdos son la clave.
Cerramos mencionando que los vínculos pueden ser a nivel afectivo y/o emocional y/o sexual
donde impere la libertad, el consentimiento, el respeto, la comunicación activa y efectiva.
En cuanto a la amistad es la misma dinámica, y habrá de considerarse otros enfoques. En las
realidades de las personas de la disidencia y de la diversidad sexogenérica, los vínculos en las
amistades se pueden tornar en familias elegidas.
Por vínculos más sanos, justos y sostenibles.

Adri Percastegui
Coordinación de salud y educación de la A.C